El libro de las revelaciones
El libro de las revelaciones Por Mario Mendoza. La razón es una promesa que pocos se atreven a cuestionar con la valentía de contemplar esta civilización desde una ventana con vista al fin del mundo. Mario Mendoza lo sabe, por eso ha decidido profundizar en las relaciones cada vez más estrechas que los descubrimientos de la ciencia establecen con saberes milenarios. La inconformidad ante el presente y la curiosidad por esa idea ajena llamada futuro señalan el camino del autor, quien teje aquí una red de ensayos, investigaciones y reflexiones para atajar, desde la no ficción, preguntas que nos enfrentan a la fragilidad de ser humanos. Algo se desmorona bajo nuestros pies y nadie sabe dónde termina la caída.
Apocalipsis (edición de lujo)
«Hasta el momento en que su padre decide suicidarse, la vida de Marcos parece normal. Va al colegio, lee novelas de aventuras, tiene su grupo de amigos, de vez en cuando le ayuda a su viejo en la tienda de barrio que les da de comer. Sin embargo, a partir de ese día, Marcos debe convertirse en hombre y valerse por sí mismo. Una apasionante historia se desata cuando descubre que, en un oscuro y alejado centro para enfermos mentales, vive un hermano suyo del que no tenía noticia, un personaje luminoso que le cambiará la vida para siempre. A partir de ese instante, los acontecimientos se convierten en una carrera desaforada, en un acontecer atropellado y surcado por el misterio. En ese constante trasegar, la reaparición de un rito prohibido muy antiguo le da un giro definitivo a la historia. Marcos se adentrará, entonces, en los espacios más recónditos del alma humana.»
Colombia cuenta: Séptimo concurso nacional de cuento
Este proyecto, ejecutado por el Ministerio de Educación Nacional, RCN Radio y RCN Televisión, busca contribuir al mejoramiento de la calidad de la educación en el país.
En siete versiones del concurso hemos recibido más de 218 mil cuentos; se han realizado más de mil talleres para docentes y estudiantes en todo el país, en los que han participado cerca de 37 mil personas; se han premiado, hasta la fecha, 235 colombianos; hemos publicado siete versiones del libro Colombia Cuenta, que compila los cuentos ganadores del concurso y, gracias al apoyo de la Fundación SM, hemos distribuido 73 mil ejemplares de manera gratuita a instituciones educativas, bibliotecas públicas y ferias y fiestas del libro en todo el país.
Para el Ministerio de Educación Nacional, RCN Radio y RCN Televisión, así como para las entidades que apoyan el proyecto (Asociación Colombiana de Universidades -ASCUN-, Hay Festival y Fundación SM), es motivo de satisfacción com partir con ustedes los cuentos ganadores de la séptima edición del concurso
El coronel no tiene quien le escriba
Un viejo coronel retirado vive esperando el aviso de que le han concedido la pensión a la que tiene derecho por los servicios prestados a la patria. La espera dura ya quince años y el coronel ha ido todos los viernes al puerto a esperar la llegada de la lancha que trae el correo y siempre ha vuelto de vacío.
Bienvenido mal si vienes solo
Jacqueline Urzola nació en medio de la mayor abundancia en la que era posible nacer en el Sincelejo de los años 60. Su padre, el heredero temprano de una gran fortuna y un espléndido y empedernido anfitrión, y su madre, una mujer hermosa de mucho carácter, construyeron una casa cuyos espacios y lujos no se habían visto jamás en la historia del pueblo, centro de una región de ganaderos, por naturaleza rígidos y austeros, lejanos a los excesos. Pero a pesar de la abundancia y la celebridad que los rodeaba, el miedo de la madre a perderlo todo se instaló como una nube negra sobre la casa. Una nube que solo Jacqueline, la niña recién nacida, parecía percibir pues el ruido de la afluencia, de los bailes y las fiestas, no permitía advertir su existencia. Estas son las memorias de la infancia de una mujer que lucha por liberarse del sino de fatalidad que el fin de esa riqueza deja en ella, y del singular personaje que fue su madre.
Pablo Escobar: In fraganti
Así queda Pablo Escobar en este segundo libro de su hijo Juan Pablo. Después de recorrer medio país y entrevistar a personajes del bajo mundo que se habían negado a hablar con él, el primogénito del jefe del cartel de Medellín no oculta el desconcierto por sus hallazgos. En la idea de redescubrir a su padre, Juan Pablo construye reveladores relatos en torno a:
· El poderoso paramilitar que le ganó la guerra.
· El informante estadounidense que lo fotografió traficando y no vivió para contarlo.
· Qué hacía la noche que sus sicarios mataron al Ministro de Justicia.
· Las confesiones de William Rodríguez, el hombre que no eligió ser hijo del cartel de Cali.
· Qué pasó cuando capturó a los guerrilleros del M-19 que iban a secuestrar.
· La autopista por la que circuló la droga y el dinero de Pablo Escobar en Miami, Nueva York y Los Ángeles.
La lectura de estas páginas deja en claro que falta mucho por descubrir sobre el oscuro mundo en que se movió Pablo Escobar.
Relatos clandestinos de una guerra que se acaba
Los analistas políticos construyen, a menudo, sofisticados es quemas para explicar cómo se toman las decisiones políticas. Se imaginan un equipo gubernamental altamente calificado que hace un balance de los costos y beneficios que conlleva tomar cualquier determinación. Hernando Corral nos muestra, por el contrario, cómo muchas decisiones trascendentes les de la historia contemporánea en Colombia se comenzaron a tejer – antes de que esos equipos intervinieron- en torno a un café en el cual personas que pertenecen a polos opuestos, que se miran con desconfianza y desprecio, se vieron por primera vez a los ojos y, en medio de una conversación no siempre fácil, acordaron nuevos caminos hacia la reconciliación y la paz.
El libro está tejido en torno a lo que los franceses denominan la «petite histoire», la pequeña historia que ilumina la historia en mayúsculas. Estos encuentros furtivos entre adversarios que Hernando Corral organizaba con modestia, sin afanes de protagonismo y con la infinita paciencia de Job, sirvieron para que podamos, finalmente, estar ya cerrando 50 años de violencia política. Leerlo nos permitirá comprender mejor cómo se han tejido muchos episodios claves de la historia contemporánea del país.
Eduardo Pizarro Leongómez
Apocalipsis
Hasta el momento en que su padre decide suicidarse, la vida de Marcos parece normal. Va al colegio, lee novelas de aventuras, tiene su grupo de amigos, de vez en cuando le ayuda a su viejo en la tienda de barrio que les da de comer.
Sin embargo, a partir de ese día, Marcos debe convertirse en hombre y valerse por sí mismo. Una apasionante historia se desata cuando descubre que, en un oscuro y alejado centro para enfermos mentales, vive un hermano suyo del que no tenía noticia, un personaje luminoso que le cambiará la vida para siempre. A partir de ese instante, los acontecimientos se convierten en una carrera desaforada, en un acontecer atropellado y surcado por el misterio. En ese constante trasegar, la reaparición de un rito prohibido muy antiguo le da un giro definitivo a la historia. Marcos se adentrará, entonces, en los espacios más recónditos del alma humana.
La nueva guerra verde
En la convulsionada zona minera de Boyacá y en diversas regiones del país, nuevamente se vive una nefasta guerra por el control del multimillonario negocio de las esmeraldas. Se trata de una confrontación en la que confluyen diversos actores ilegales como el narcotráfico, el paramilitarismo y, muy marginalmente, la guerrilla.
La muerte del ‘zar’ Víctor Carranza en 2013 produjo un reacomodo de las fuerzas que se mueven en esa región, donde de manera silenciosa se libra una contienda que ha costado la vida de varios comerciantes y empresarios de la codiciada gema.
La nueva guerra verde revela quiénes son los nuevos patrones de las esmeraldas en Colombia y por qué se siguen matan entre ellos.
La ciudad de los umbrales
La primera novela de Mario Mendoza vuelve a estar al alcance de todos sus lectores: un descenso a los abismos de Bogotá para hablar de zombis y personajes con los que nadie se quiere meter. Como un beligerante escritor del realismo francés del siglo XIX, Mendoza narra la soledad de seres que un día se quedaron al margen de todo, abandonados a su desesperación y su locura.
La intrépida travesía de cinco amigos por Bogotá, la mayoría universitarios, es además una reflexión sobre la existencia en las urbes modernas, de la mano de filósofos contemporáneos como Deleuze y Guattari. Explosivo coctel de bohemia y literatura, de sórdidas y desgarradas pasiones, este relato a varias voces está tan próximo a la piedad como a la redención.
La locura de nuestro tiempo
Tras años de anotar compulsiva y metódicamente historias de la prensa que pasaron inadvertidas para el gran público, Mario Mendoza decidió que valía la pena darle una estructura narrativa a esa suma de personajes que devienen en reflexiones sobre el lugar y el tiempo que habitamos.
El escritor planteó este libro como una bitácora de viaje y un testamento literario para articular una intuición primaria: que estar en Bogotá, en Calcuta, en Río de Janeiro, en Bangkok o en Ciudad de México es un privilegio porque el deterioro de nuestros lugares, al menos, es explícito. Lejos, en el Primer Mundo, todo es soterrado y, precisamente por eso, mucho más demoledor.
Bitácora del naufragio
Al igual que los niños que seguían al flautista de Hamelin, la humanidad caminaba con alegre indiferencia hacia el desastre, convencida de que sus excesos y avances eran prueba de evolución y desarrollo, hasta que suegió la pandemia que puso el mundo entero patas arriba. De la noche a la mañana todo se ralentizó o se detuvo, el tiempo se distorsionó y muchos tuvieron la sensación de estar atrapados en un bucle de pesadilla. Mario Mendoza anticipó con lucidez este desastre en varias de sus novelas como Lady Masacre, Diario del fin del mundo, Akelarre y Crononautas y en los relatos del libro de las revelaciones. ahora, en Bitácora del naufragio, atestigua desde su confinamiento los días extraños que vivimos y nos invita a «que aceptemos este desastre con frialdad, sin esperanza, pero tambien sin dramatismo, y tomemos algunas notas mientras nos hundimos»