Las últimas horas de Diomedes Díaz
AGOTADO
«Diomedes no se había levantado a pedir comida. Llegué en menos de cinco minutos y al palparlo le sentí un frio en el brazo y en los ojos entrecerrados distinguí la dilatación de las pupilas y en el rostro vi un tono azulado.
«Encontré decenas de demandas en diversos juzgados civiles en contra de Diomedes. En esencia, el requerimiento era el mismo: pago de indemnizaciones por incumplimientos de obligaciones contractuales en el tema de presentaciones en vivo. Era cierto: Diomedes era el campeón nacional del incumplimiento».