El proceso
La obra de Frank Kafka en general y El proceso en particular colocan al lector ante un mundo en que los personajes se ven sometidos, la mayor parte de las veces, a un destino absurdo del que no pueden escapar. Las situaciones y circunstancias logran envolver a los protagonistas de forma tal que son víctimas de las mismas, estando inermes ante ellas. Todo El proceso está contenido en estas palabras que Kafka enunciaba en otra de sus grandes obras: muchas veces es víctima de una simple murmuración, de una casualidad, de una reclamación gratuita y le es absolutamente imposible defenderse, puesto que ni siquiera sabe de qué te acusan. El universo kafkiano es denso, obsesivo pero a la vez fluido e inquietante y de una lectura totalmente apasionante.
La fogata sin tiempo
Entre el poeta Fernando Denis y el senador Roy Barreras no solo hay una amistad. Tienen en común una pasión por las palabras que se juntan en versos y dan un nuevo significado al sentimiento. Roy, por un lado, se inspira en un divorcio y en la desolación que le produce un proceso de paz que evidencia la inutilidad de la guerra y la impotencia de «ver a las víctimas caminando hacia la muerte.» Por otro lado, Fernando se solidariza con su amigo y escribe los versos más sentidos del desamor y le da un espacio a la desolación enmarcando este trabajo a cuatro manos dentro de las estaciones del año, que se parecen tanto a los ciclos de la vida.