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El sida no implica sólo virus, linfocitos, infecciones, cronicidad, muerte… implica también sexo, prejuicio, discriminación, droga,temor, estigma.

Ha desbordado los límites del campo médico-biológico y resquebrajado muchas de las certezas que la modernidad instauró en nuestras sociedades. Su aparición tuvo un impacto subjetivo, social y cultural múltiple: no sólo por su virulencia sino por el peso de los significados simbólicos que comporta. El sida pone en cuestión dos temas centrales de la vida: la sexualidad y la muerte.

¿Se puede prevenir el sida? Por que 20 años de campañas de prevención no han logrado detener el avance de la epidemia? ¿Por qué las personas no dejan de exponerse al contagio a pesar de estar informadas? ¿Qué les lleva a apartarse de la lógica sanitaria? La representación del sida se configuró de tal manera, penetró en áreas tan importantes de nuestra cotidianidad que nadie deja de estar habitado por sus repercusiones. Infectados o no, todos coexistimos en un mismo territorio de preocupación, tanto en lo concreto como en nuestros miedos y fantasías. Abordar la temática del sida desde una lectura psicoanalítica implica una apuesta por la subjetividad y una perspectiva ética. Liliana Lopez es psicoanalista. Fue integrante de grupos de trabajo de la Escuela Freudiana de Argentina. Trabaja desde 1984 en una institución pública: Centro de Salud Mental Ameghino. Forma parte de la Red de Sida y Salud Mental dependiente del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. Ha publicado diversos artículos sobre el tema Psicoanálisis y sida. Es también investigadora en Historia y Teoría del Teatro en la Universidad de Buenos Aires.