Memorias de un vampiro
Cuando Caitlin Paine conoce a Jonah cree que, por fin, tras haber tenido que mudarse a uno de los peores barrios de Nueva York y asistir a un instituto que detesta, sucede algo positivo en su vida. Pero justo entonces todo se complica: empieza a sentir una clase de impulsos -fuerza sobrehumana, intolerancia a la luz del sol, necesidad animal de alimentarse- y, de repente, se ve inmersa en una guerra de clanes vampíricos. Allí conoce a Caleb, por quien siente una enorme atracción.
Pero ¿Quién es Caitlin realmente? ¿y qué papel juegan Jonah y Caleb en su vida?
El descubrimiento de la soledad
La literatura es una actividad que se realiza en soledad. Se escribe en soledad, se lee en soledad pero une a los seres humanos alrededor de la palabra, y logra eso tan complicado que llamamos comunicación.
Mis personajes se encuentran en situaciones cotidianas, acuciados por los monstruos de la imaginación, con los que de alguna manera se responde a las preguntas existenciales sobre la soledad, la incomunicación, la muerte o el amor.
Creo en la fantasía y en la imaginación. Considero que el lector, que la persona que se sumerge en mis palabras, está buscando, de igual modo que yo lo hago cuando leo, que la precisión, la exactitud y la sorpresa lo emocione y lo asombre. Me interesan lo imposible, lo fantástico, lo inesperado.
El punto de inicio de mi trabajo narrativo es la certidumbre de que la percepción de la realidad es subjetiva, de que todos gravitamos en esa confusión existencial. Desde la opacidad de una realidad aplastante, mis personajes se encuentran con un mundo fantástico e imaginario que les sirve para resolver de un modo inconcluso las inquietudes vitales que se plantean.
La Bestia
SOY UNA BESTIA.
Una bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo. ¿Crees que esto es un cuento de hadas? Para nada. Sucede en Nueva York y sucede ahora. No es una deformidad, ni tampoco una enfermedad. Y me quedaré así -condenado- a menos que pueda deshacer el hechizo. Sí, el hechizo que me lanzó la bruja con la que iba a clase de inglés. ¿Por qué me convirtió en una bestia que se oculta durante el día y sale a merodear por las noches? Te lo contaré. Te contaré cómo solía ser Kyle Kingsbury, el chico que te gustaría ser, con dinero, el físico perfecto y la vida perfecta. Y después te contaré cómo me convertí en la perfecta… Bestia.