El loco y el vagabundo
El loco (1918) es una de las obras más celebradas de Khalil Gibrán (1883-1931), el famoso poeta libanés autor de El Profeta. En él se reúnen buena parte de las palabras y poemas que publicó por primera vez en inglés. «En mi locura he hallado la libertad y la seguridad; la libertad de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden esclavizan una parte de nuestro ser».
El vagabundo (1932) fue publicado des pués de la muerte de Gibrán. Lo dio a conocer Barbara Young, la biógrafa del autor. Contiene una serie de relatos, parábolas o fábulas con enseñanzas morales implícitas, al estilo de La Fontaine.
Pedro de Heredia
Pedro de Heredia fue emboscado una noche en una callejuela de Madrid. Seis hombres lo atacaron a mansalva y pese a contar con el factor sorpresa a su favor, no lograron matarlo Solo le despuntaron la nariz. Logró salvarla, de una manera increíble para la época, gracias a los buenos oficios de un médico de la corte. Una vez recuperado, buscó a sus agresores y se batió en duelo con ellos, una práctica prohibida por la ley. Restableció su honor, pero se convirtió en un fugitivo. Huyó al Nuevo Mundo, un territorio a medio descubrir, donde todo estaba por hacer. Heredia, un segundón sin herencia, guerrero avezado, espadachín formidable y donjuán sin igual, descolló entre sus pares en estas tierras por sus habilidades diplomáticas para negociar con los indigenas, por sus andanzas en regiones inhóspitas e ignotas y, por fundar la ciudad que se convertiría en la joya de la Corona Cartagena de Indias.
La odisea
La Odisea es la segunda gran epopeya griega, escrita, quiza, a finales del siglo VIII a.C. Es un relato de aventuras asombrosamente moderno que, sin embargo, recoge motivos muy antiguos de narraciones populares. Odiseo o Ulises, según la versión latina de su nombre, es un héroe aqueo que regresa a su hogar tras vencer en la Guerra de Troya. Ingenioso, sagaz e inteligente, vera complicada la vuelta a su reino, la isla de Ítaca, por la voluntad de los dioses que le zarandean de aventura en aventura hasta que, después de diez largos años, arriba a su patria donde le espera su fiel esposa Penelope, acosada a su vez por los pretendientes que suponen que Odiseo no regresara jamás.
Ni en la literatura antigua ni en toda la literatura occidental existe un texto tan interesante, con tal riqueza de personajes como La Odisea. Ulises está considerado como el más actual de los héroes griegos. Es también el más humano, el que consigue vencer todas las dificultades con su astucia sin recurrir a medios maravillosos.
Leída y admirada a través de más de dos milenios, su influencia ha sido tal que la palabra odisea forma parte del lenguaje para describir situaciones azarosas y complicadas y el camino hacia Ítaca representa un viaje iniciático con final feliz. Leer o releer La Odisea es siempre un placer que solo se consigue a través de las obras maestras universales.
La dama de las camelias
Si existe algún drama que se pueda definir con el calificativo de romántico, este es sin duda La dama de las camelias, debido a la pluma de Alejandro Dumas, hijo. Armand Duval, un joven burgués, de familia acomodada y conservadora, se enamora de la cortesana Marguerite Gautier que le corresponde con el más sincero y puro de los amores que ha sentido en su vida. Pero los convecionalismos sociales de la época y la tuberculosis acabarán con sus ilusiones mutuas. Llevada al cine en distintas ocasiones e inspiración de una las más bellas óperas de Verdi, esta obra se ha convertido en un clásico de los amores difíciles, con un final trágico y supuso la consagración de su autor como escritor de éxito.
Los infortunios de la virtud
Donatien-Alphonse-François de Sade (1740 1814), más conocido como Marqués de Sade, fue el hombre de todos los escándalos: escándalos provocados por sus orgías y excesos, escándalos por sus encarcelamientos arbitrarios, escándalos por su obra, materialista, atea, violenta, panfletaria, en la que el Vicio siempre triunfa sobre la Virtud.
Los infortunios de la virtud (1787), primera versión de Justine (1791), contiene -sin los excesos obscenos posteriores- todo el genio del «divino marqués»: espectáculos, complaciente de la lujuria y la perversidad, imaginación desenfrenada, pero también filosofia y psicología, unidas al servicio de la lengua y el estilo luminoso de un gran prosista.
Platero y yo
Esta maravillosa narración lírica de Juan Ramón Jiménez, consta de ciento treinta y ocho breves capítulos, aunque existe una edición reducida para niños de sólo cincuenta y siete capítulos, nos brinda el autor la deliciosa historia de un borriquillo, Platero, al que el autor llega a convertir en un personaje semi legendario
Platero y yo es hoy un libro clásico en la literatura española de su género, y su popularidad ronda la de los cuentos de Andersen y de Grimm, o de Alicia en el País de las Maravillas. Libro para niños -en la línea de El Principito, de Saint-Exupéry-, pero en el que los mayores encontrarán quizá más profundidad y, sobre todo, la recreación de una etapa de la vida.
El libro de la selva
Escrito por el inglés Rudyard Kipling (1865-1936). Su parte principal es el relato famoso de Mowgli, el muchacho lobezno, educado por un grupo de lobos e implacablemente perseguido por ShereKhan, el malvado tigre. Se trata de una obra premonitoriamente ecológica que canta con acentos fabulados y casi míticos la amistad, la supervivencia y el equilibrio de los reinos de la Naturaleza. De amenísima lectura y arrebatado por la gran pantalla, nos atrae todavía con fuerza irresistible hacia los exóticos escenarios que narra.
El origen de la vida
La obra del ruso A. Oparín, El origen de la vida, publicada en Moscú en 1894, continúa siendo en la actualidad una obra inquietante y atractiva al mismo tiempo. Intentar ofrecer una respuesta al «¿cómo empezó todo?» ha sido tarea del pensamiento humano desde la más remota antigüedad. Por eso, junto a la obra de A. Oparín, hemos ofrecido, en este volumen, el estado de la cuestión fundamental, centrándonos en el origen del ser humano, desde Darwin a Teilhard de Chardin, contraponiendo (pero no eligiendo, eso será tarea del lector) dos doctrinas, la materialista de A. Oparín y la espiritualista.
El arte de amar: El remedio del amor
Pluvio Ovidio Nason (43 a.C. 17 d.C.), uno de los más grandes poetas latinos, nació en Sulmona, Italia. Estudió en Roma, como discípulo de Aurelio Fusca y viajó poco después a Asia, Grecia y Sicilia.
El arte de amar (Ars Amatoria) es probablemente su obra más representativa y lograda. Libro irónico, paródico, lúdico, en el que el poeta relata los lances de amor en tres partes de singular frescura y valor artístico.
Los remedios… fue compuesto a poca distancia del Arte de amar, y en él retorna sobre los mismos temas, variándolos con enfoques siempre distintos.
En la noche de los tiempos y otros relatos
Selección de la inmensa producción del escritor norteamericano Howard Phillips Lovecraft (1890-1937). Extraordinario renovador de la literatura terrorífica. Introductor de la ciencia-ficción en esta clase de género. Creador de una mitología propia a la manera de Tolkien y fundador del subgénero etiquetado como terror cósmico materialista. Apocalíptico y estremecedor, heredero de Edgar Allan Poe y precursor de Stephen King, sin olvidar su afición por la producción detectivesca de Arthur Conan Doyle y al que tanto debe también por sus novelas de ciencia-ficción como El mundo pérdido (1912).
En ésta publicación encontramos una selección de sus mejores relatos.
Cumbres borrascosas
Cumbres Borrascosas es una de las obras maestras de la literatura romántica de todos los tiempos. Sorprende como su autora, una muchacha introvertida, hija de pastor protestante, educada rígidamente en la moral victoriana, fue capaz de crear una obra con tan profundos conocimientos del alma humana, en la que hasta el paisaje forma parte de la naturaleza atormentada de sus personajes.
El arte de la guerra
El Arte de la Guerra del tratadista chino Sun Tzu, es considerado según los expertos, como el manual más antiguo de esta temática conservado, pues sitúan su redacción, entre los siglos VI y V a. C. La obra va más allá de ser un tratado de ciencia militar para convertirse en un excelente manual de Ciencia de Administración y Control de la Gestión que no desmerecería, en la actualidad, de los planes de cualquier Estado Mayor moderno. La lectura de El Arte de la Guerra fortalece todavía más, la extraordinaria consideración que sobre el pueblo chino poseíamos como protagonista de la Historia de la Humanidad: pólvora, brújula, imprenta. . .