REPORTERO Seymour M Hersh
Pocos periodistas pueden presumir de tener una carrera como la de Seymour M. Hersh. Quizá ninguno.Consciente de que su trabajo consiste en «contarverdades importantes e incómodas», su firma ha aparecido en la portada de prácticamente todos los grandes peródicos del mundo durante el último medio siglo, un periodo de tiempo en el que ha recibido un abrumador número de reconocimientos y ha sido objeto de no pocas controversias.
El gran teatro del mundo
Pedro Calderón de la Barca (1600-1681), el gran dramaturgo y poeta, es quizá la figura cumbre del Siglo de Oro español.
Mundialmente famoso por La vida es sueño y El alcalde de Zalamea, es sin embargo en los autos sacramentales donde alcanza mayor vuelo, logrando una perfección inigualable.
Entre los muchos de su obra, se destaca El Gran Teatro del Mundo, en la que al final el Autor (Dios) juzga a todos los hombres según el papel represen tado en la vida.
En El Gran Mercado del Mundo, El Buen Genio y el Mal Genio gastan sus talentos para obtener la Gracia, lo que les permitirá alcanzar el Cielo.
El arte de la guerra
EL ARTE DE LA GUERRA es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos, inspiró a Napoleón, Mao Tse Tung entre otras figuras históricas. Este libro de dos mil años de antigüedad es uno de los más importantes textos clásicos chinos, en el que, a pesar del tiempo transcurrido, ninguna de sus máximas ha quedado anticuada. La obra del general Sun Tzu no es únicamente un libro de practica militar, sino un tratado que enseña la estrategia suprema de aplicar con sabiduría el conocimiento de la naturaleza humana en los momentos de confrontación. No es por lo tanto un libro de guerra, es una obra para comprender las raices de un conflicto y buscar una solución. Incluye máximas de Napoleón
El anticristo
Friedrich Nictzsche (1844-1900) es uno de los filósofos alemanes más influyentes y leídos. Poeta por temperamento, sus obras están impregnadas de un apasionado y vibrante lirismo. Sostuvo firmemente que la moral es un instinto de degeneración, ya que todos los códigos morales cohartan la naturaleza y ahogan los impulsos vitales.
El anticristo (1893) es un libro cáustico, corrosivo, denso por su pensamiento filosófico y blasfemo, pero que encierra todo el vitalismo de su autor.