Queridos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia(de 1948 a 1966)
Somos los que nos reímos con Pulgarcito y viajamos con el Capitán Trueno, los que crecimos con Marisol y bailamos con las canciones del Dúo Dinámico, los que somos con Françoise Hardy y Elvis Presley Somos quienes asistimos al nacimiento de Mortadelo y Filemón. del chupachús, de The Beatles y de los hippies, quienes vimos la desaparición de las cartillas de racionamiento y los seriales radiofónicos. Somos nosotros, los que nacimos en 1948 Este libro es la crónica de nuestros primeros dieciocho años. Una crónica elaborada con recuerdos comunes, salpimentada de canciones compartidas y acompañada de esas personas y personajes que alegraron nuestra niñez y juventud.
Queridos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia(de 1939 a 1957)
Racionamiento. Gasógeno. Zarra. Gilda. Estraperlo. Para mayores con reparos. Carpanta. Nodo. La Codorniz. Catón. Tabas. Mariquita Pérez. Pertinaz sequía. Elena Francis. Bobby Deglané. Y El Coyote.
Roberto Alcázar. Biscúter.
Si estas palabras nos produce un cosquilleo en la memoria, si cada una nos trae un recuerdo y nos evoca una historia es que hemos nacido en 1939. Este libro es un paseo por nuestros primeros 18 años los que van desde la aparición de las cartillas de racionamiento hasta la fabricación del primer Seat 600, desde el gasógeno al Talgo. Un paseo entre palabras e imágenes, entre canciones y fotogramas, junto a las personas y los personajes que nos acompañaron en ese recorrido.
Los justos
Narrada con el ritmo y vigor de un best seller anglosajón, Los Justos es una novela llena de imaginación y fuerza. Cuenta las desdichas de un hombre inocente al que persiguen su propia mala vida, los cuerpos de seguridad del estado, y los miembros de una secta apocalíptica, los «nephilim», que pretenden acabar con el «último Justo» de la tradición bíblica.
Historia De Los burdeles
En este libro te invitamos a conocer los secretos de los burdeles más famosos de la historia. Una invitación que, sin duda, te deparará mucha sorpresa. artistas, politicos y hombres de empresa han nutrido los burdeles más selectos. Ajenos al qué dirán, en ellos encontraban inspiración y comprensión, su propia versión del amor y un lugar donde hacer negocios.
Queridos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia(de 1949 a 1967)
A medio camino entre una década que convenía olvidar y de una nueva que florecía entre nubarrones, los que nacimos en 1949 fuimos protagonistas de una época que se desvanece lentamente y de otra que llegaba con la promesa de que algo iba a cambiar. Durante ese periodo, conocimos los últimos suspiros de una España que sigue enganchada a la radio, al NO-DO, a la leche en polvo y a las canciones de Antonio Machín, y abrimos de par en par los ojos a la televisión, al Seat 600 y al Twist. En un camino tan tortuoso como apasionante, pasamos de la infancia a la juventud con la misma facilidad con la que asistíamos al creciente trasiego de emigrantes en busca de una vida más digna, las «hazañas» deportivas, el nacimiento de ídolos infantiles y la sensación de que España empezaba a ser diferente.
Queridos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia(de 1947 a 1965)
En los años de nuestra infancia había cartillas de racionamiento, estraperlo, pertinaces sequías, conocíamos las noticias por el no-do, nos colgábamos de los tranvías, nos quedábamos demasiadas veces literalmente a dos velas y teníamos trillado el camino que iba a la fuente a buscar el agua que no salía de los grifos. Suspirábamos por comer pan blanco, el pollo era manjar de fiesta, los mozalbetes llevábamos pantalones cortos y las niñas vestidos de corte y confección. Atesorábamos juguetes de fabricación exclusiva, pues los hacíamos nosotros, como los balones de trapo o las espadas de madera. Asumimos el afán de nuestros mayores por reconstruir, por cerrar las cicatrices, por crear un mundo mejor en el que vivir en paz y bienestar. Y al final de la adolescencia nos sumaríamos al lema «Haz el amor, no la guerra!».
En manos del narco
En manos del narco documental el explosivo surgimiento de cárteles, desde el gobierno de Felipe Calderón –el presidente de la guerra fallida—, hasta la actual administración de Enrique Peña Nieto. A lo largo de estos años, los grupos criminales no sólo han logrado una mayor identificación social, sino que se han enquistado en el poder político: alcaldes, regidores, síndicos, diputados, senadores y hasta gobernadores han convivido con el crimen organizado y, peor aún, han brindado protección a sus actividades delictivas.
Esta cohesión entre crimen y poder, además de recopilar la historia de capos emblemáticos, se presenta en esta puntual investigación del periodista mexicano Ricardo Ravelo.
En busca de la felycidad
A la edad de veinte años, Chris Gardner, nativo de Milwaukee, recién terminando La Marina, llegó a San Francisco para seguir una carrera prometedora en la medicina. Considerado un hijo prodigio de la investigación científica, sorprendió a todos y a sí mismo estableciendo su punto de vista en el competitivo mundo de las altas finanzas. Sin embargo, apenas había entrado a una posición de gran nivel en una empresa de prestigio, Gardner se encontró atrapado en una red de circunstancias increíblemente difíciles que lo dejaron como parte de los ciudadanos sin hogar y con un hijo pequeño. Motivado por la promesa que se hizo a sí mismo como un niño huérfano de nunca abandonar a sus propios hijos, los dos pasaron casi un año moviéndose entre refugios, moteles, comedores públicos, e incluso dormir en el baño público de una estación de metro. Nunca cediendo a la desesperación, Gardner hizo una transformación asombrosa pasando de ser parte de la ciudad pobre e invisible a convertirse en un jugador de gran alcance en su distrito financiero. Más que un libro de memorias de éxito financiero de Gardner, esta es la historia de un hombre que rompe el ciclo de su propia familia sobre hombres que abandonan a sus hijos. Legendario, triunfante e increíblemente honesto, En busca de la felicidad evoca a héroes como Horacio Alger y Antwone Fishe, y apela a la esencia del sueño americano.
Bestseller
Santería
Cuando los yorubas de África occidental fueron llevados a Cuba como esclavos, preservaron su ancestral herencia religiosa disfrazando a sus dioses como santos católicos y manteniendo en secreto su adoración. La religión resultante fue la Santería, una simbiosis de magia primitiva y catolicismo, practicada en la actualidad por millones de personas en el continente americano.
Santería. La Religión es una investigación informativa y perspicaz sobre la supervivencia de esta religión africana en el Nuevo Mundo. Mezclando resultados basados en sus estudios como antropóloga y sus experiencias personales en la Santería, Migene González-Wippler revela los elementos fascinantes de esta religión: el panteón de los dioses (orishas), los sacerdotes (santeros), los caracoles de la adivinación (diloggún) empleados para consultar los dioses y las hierbas rituales (ewe) usadas en la magia de Santería, así como la práctica de sus ceremonias. Santería La Religión contiene extraordinarias fotografías y entrevistas que descubren relevantes aspectos de esta religión. raramente revelados a los no creyentes. Es una obra bien documentada que también, sin duda, le ayudará a conseguir una mejor comprensión de sus ritos y creencias.
Queridos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia(de 1940 a 1958)
Es bonito pensar que fuimos los hijos de la esperanza. Llegamos con la paz, cada cual con sus circunstancias. Nuestra infancia se desarrolló en plena posguerra, con lo que eso significa. Nos tocó una época dura, de mucho trabajo y pocas comodidades, pero supimos sacar todo el partido a lo que nos rodea y nos animaba siempre un constante afán de superación Este libro es una invitación al lector, desde la evocación personal y la contextualización histórica, a colocarse en estado de memoria placentera; a dejarse trasladar por los tebeos, el cine. la radio, las verbenas, los bailes… a los primeros 18 años de vida de quienes nacimos en 1940.
Queridos recuerdos de nuestra infancia y adolescencia(de 1944 a 1962)
En 1944 nuestro país se recuperaba de la guerra civil y escuchaba con preocupación las noticias que llegaban sobre la guerra mundial. Nuestros anos de niñez y juventud no fueron fáciles, no lo son para ninguna generación, pero podemos mirar con orgullo al pasado, a esos días de esfuerzo en los que fuimos testigos de grandes cambios que marcaron nuestras vidas y que recordamos con cariño. Nuestros juegos en la calle, nuestros amigos, nuestras músicas, películas y lecturas, el primer enamoramiento, el primer coche estrenamos muchas cosas. No es sorprendente que miremos con una amplia sonrisa a nuestro pasado, que vivimos con tanta intensidad