Merleau Ponty
Es considerado «el filósofo de la percepción». Frente a siglos de historia que daba por buena la escisión entre alma y cuerpo, el pensador francés consideró que la integración de ambos era necesaria para relacionarse con los demás y comprender el mundo, devolviendo así un estatuto filosófico al cuerpo y con ello al ser humano en su globalidad. El filósofo convirtió el fenomeno de la percepción corporal en el centro de su filosofía, y la consideró como el medio a través del cual el hombre se comunica con su entorno. La persona, sin una conciencia perceptiva adherida íntimamente al cuerpo, no hubiera hecho posible ningún avance individual o colectivo.
Hume
Representa la culminación del empirismo británico, una corriente filosófica que considera la experiencia sensorial, y no la razón, como origen del conocimiento. Pero, a diferencia de sus predecesores, el pensador escocés llevó este principio hasta sus últimas concecuencias lógicas, al sotener que todo nuestro pensamiento se basa solo en la costumbre y la experiencia. Sentó así las bases de una filosofía que puede verso como un viaje a través del ser humano, pues conduce de una disciplina a otra desde la teoria del conocimiento hasta la estética y la historia, pasando por la psicología, la moral, la política o la religión. Su objetivo: poner los cimientos de una sociedad en la que los individuos puedan aspirar a la felicidad.
Dilthey
Hizo de la vida el centro de su filosofía que concibió como un enigma que precisa de comprensión, y no como algo cerrado en leyes universales y principios absolutos. Las ciencias del espirítu, esto es, las de la cultura y la sociedad, son las encargadas de estudiar esa vida, no tanto para explicar la verdad de los asuntos humanos como para comprender los motivos que conducen a la creación de ciertos valores y la elección de determinados fines. En este sentido, comprender la realidad histórica implica comprender la vida de las personas que la hacen
Sartre
Revolucionó la filosofía de la segunda mitad del siglo XX con su defensa de la libertad humana. Para él, existir significaba reflexionar sobre el hombre y sus problemas inmediatos en un intento de dar sentido a la vida. Así, temas como la angustia, lo absurdo y la muerte despertaron poderosamente su interés, y su análisis profundo le llevó a concluir que el ser humano está condenado a ser libre, y por ello, es el único responsable de su existencia. Ese ansia de libertad, unido a su inconformismo, le convirtió en el modelo intelectual comprometido política y socialmente.
Schelling
Es el Gran Filósofo de la naturaleza. Toda su obra se distingue por intentar restablecer la unidad original perdida entre el espíritu y la materia, dos elementos cuyo parentesco puede mostrar la razón. De este modo, hombre y naturaleza no son entidades distintas, sino manifestaciones de un mismo origen, por lo que el primero debe esforzarse en comprender y amar a la segunda, para vivir en armonía con ella. El arte, la ética y el derecho, consideradas por el filòsofo como obras del espíritu, debían plasmar esa relación armónica, la identidad última entre el yo y el mundo, en lìnea con los ideales del Romanticismo, un movimiento artístico y literario del que el pensador alemán fue un claro representante.
Rousseau
Fue el pensador ilustrado más crítico con la Ilustración. Frente a la opinión definida por sus compañeros, rechazó la idea de que el progreso, fundamentado en el uso de la razón, mejoraba la vida de la humanidady criticó la sociedad por corromper al hombre, bueno por naturaleza. Sobre esta premisa cimentó su pensamiento político y social, sustentado en los principios de libertad, igualdad, educación y soberanía popular, que constituirán la base ideológica de las revoluciones norteamericana y francesa y lo encumbrarán como padre de la democracia moderna.
Nietzsche
Es el pensador crítico por antonomasia. En su obra se enfrentó con la cultura de su época, atacó de forma violenta -«con el martillo»- la moral tradicional y llegó a predicar la muerte de Dios. Construyó una filosofía basada en la supremacía de la vida y drecretó que el porvenir pertenecía a un nuevo tipo humano, el «superhombre», y al nuevo sistema de valores que traeía con él. Falleció en 1900 ignorado por todos, pero el siglo que le vio morir le consagraría como el crítico más radical y lúcido de la sociedad contemporanea.
Schopenhauer
Ha pasado a la historia como el filósofo pesimista por excelencia. En su obra capital, El mundo como voluntad y representación, defendió la primacía de la voluntad sobre la razón tan querida por sus antecesores ilustrados. Una voluntad irracional que incita al individuo a buscar incesantemente placeres que nunca lo colman, provocándole un sufrimiento constante. Fue uno de los primeros pensadores occidentales en abrazar otras tradiciones filosóficas, y coincidió con el budismo en recomendar la renuncia a los deseos como única vía para mitigar el dolor de la existencia.
San Agustín
Fue el primer gran filósofo cristiano. Su obra conjuga, como nunca antes se había hecho, filosofía -de raíz platónica- y religión. Dando lugar a una larga tradición que no distinguirá fronteras entre razón y fe. En él estos dos elementos se entrelazan para guiar al hombre hacia la verda -Dios-, y alcanzar así la felicidad, objetivo de su filosofía. Considerado como el ultimo sabio antiguo y el primero de los medievales, la oirginalidad de su doctrina sentró las bases filosofícas de la Edad Media y modelo de forma decisiva el pensamientode Occidente
Pascal
Fue una de las mentes mas privilegiadas del pensamiento occidental. Dotado de un talento excepcional tanto para la ciencia como para la filosofía, su aportación a esta última fue sumamente original: la reivindicación del corazón como instrumento de conocimiento complementarioa la razón. Gracias a él, el hombre – vistocomo un ser miserable por su fragilidad, pero a la vez grande por su capacidad de pensar- puede llegar a conocerse así mismo y a Dios, piedra angular de su filosofía. Imposible de adscribir a una escuela concreta, su pensamiento, como el de los grandes clásicos, nos sigue interpelando acerca de los grandes enigmas de la existencia humana.
Lévinas
Es reconocido como el filósofo de la ética por su prioritaria atención hacia los demás. Esta preocupación hacia el otro se expresa en la noción de «rostro», concebido no como la dimensión física visible del hombre, sino como una llamada a que el sujeto se responsabilice con sus semejantes hasta el punto de renunciar a sí mismo. En el marco del universo social contemporéneo, donde la relación con las demás personas se realiza cada vez con mayor intensidad a traves de pantallas e instrumentos tecnológicos, la ética humanista de Lévinas nos interpela sobre la necesidad de unas nuevas relaciones humanas y una nueva comprensión de la realidad.
Hannah Arendt
Ha marcado el pensamiento político y social de la segunda mitad del siglo XX por su meditación sobre el totalitarismo, que encarnaban el nazismo y el estalinismo. Estos dos regímenes contrapuestos representaban una nueva forma de dominación total, nunca vista hasta el momento, la cual, al recurrir permanentemente al terror para conseguir sus fines de supremacía universal, destruía la propia condición humana. El hecho de que este proceso fuera llevado a cabo con la eficaz colaboración de un gran número de personas «normales» llevó a la filosofía a reflexionar sobre la «banalidad del mal», una expresión que aún hoy sigue siendo motivo de gran controversia.