Virginales
Virginales es la ópera prima del escritor francés Maurice Pons. Son historias de seres libres, espontáneos, puros, aunque no por ello desprovistos de una maldad ingenua y de una sexualidad instintiva. El universo de la infancia cose la fantasía a los retales de la realidad. La publicación de Virginales en 1955 ofendió a los escritores «consolidados» y, tras ganar el prestigioso Grand Prix de la Nouvelle, abrió una vía de renovación en la literatura francesa. La adaptación de estas historias sirvió a Francois Truffaut para arrancar una carrera cinematográfica (Les mistons, 1957) que culminaría poco tiempo después con obras maestras como Los cuatrocientos golpes o Al final de la escapada
La dama de las camelias
Si existe algún drama que se pueda definir con el calificativo de romántico, este es sin duda La dama de las camelias, debido a la pluma de Alejandro Dumas, hijo. Armand Duval, un joven burgués, de familia acomodada y conservadora, se enamora de la cortesana Marguerite Gautier que le corresponde con el más sincero y puro de los amores que ha sentido en su vida. Pero los convecionalismos sociales de la época y la tuberculosis acabarán con sus ilusiones mutuas. Llevada al cine en distintas ocasiones e inspiración de una las más bellas óperas de Verdi, esta obra se ha convertido en un clásico de los amores difíciles, con un final trágico y supuso la consagración de su autor como escritor de éxito.